El acceso a la justicia es uno de los mayores desafíos para muchas poblaciones en situación de vulnerabilidad y en contextos de conflicto armado o múltiples violencias entrelazadas. De manera particular, comunidades rurales e indígenas, y en especial mujeres indígenas y campesinas, enfrentan las más grandes barreras para hacer un uso efectivo de dicho mecanismo. Mujeres indígenas y campesinas es fruto de una investigación rigorosa que se llevó a cabo en Colombia y Guatemala entre el 2011 y el 2014, en la que se analizó cómo las mujeres buscan justicia y reparación a las violaciones y abusos a sus derechos de propiedad a la tierra y a su seguridad física, psíquica y moral.